Atrapados en la red

Tal y como nos muestran las últimas consultas realizadas por la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA), España se consolida en los primeros puestos del ranking europeo de consumo de Internet. Concretamente, nos situamos en el quinto lugar de una lista que este año se ha ampliado a 15 países.

Además de este dato esperanzador para el medio de comunicación en cuestion, los estudios demuestran que los españoles pasan una media de 13,6 horas semanales navegando por la red, superando las 13 horas que alcanza la televisión. Por tanto, y como ya imaginábamos, nos encontramos ante una gran dependencia de Internet en nuestra vida cotidiana, alcanzando éste el escalofón de medio dominante en la comunicación del país.

Otro dato curioso, nos muestra el incremento del consumo de Internet desde dispositivos móviles, algo que se ha convertido en el pasatiempo preferido por los españoles, por delante de leer el periódico y las revistas.

Estamos, por tanto, en una sociedad en la que Internet progresa y se consolida a pasos agigantados, algo de lo que son conscientes empresas y entidades públicas, que utilizan estas plataformas para mostrar al mundo sus credenciales, a través de anuncios publicitarios cada vez más presentes y abundantes.

Todo esto pasa factura al resto de medios de comunicación, que con el paso del tiempo pueden acabar perdiendo un protagonismo acumulado durante décadas, para rendirse ante la evidencia de un mundo más moderno y globalizado.

Variedad de recursos

Chatear con los amigos; jugar a sus innumerables juegos; realizar tests para comprobar qué dios mitológico eres o cuál es tu color favorito; internarse en una versión internacional de tuenti; múltiples variables por las que cada uno de nosotros nos decidimos a integrarnos en Facebook, una red social que, no obstante, se nos presenta como un filón, también, para el mundo empresarial.

Facebook ha conseguido consolidarse como una red social de garantías para el encuentro entre empresas y profesionales, llegando a hacer frente a la comunicación por e-mail entre las empresas que seguían tal procedimiento.

Su facilidad para la comunicación, su gran reputación a nivel mundial y su capacidad para transformar sus propuestas iniciales, situan a la plataforma en un primer plano en lo que a redes sociales se refiere, alternando un estilo ameno e interactivo, con otra cara más seria y empresarial.

Cuestión de supervivencia

El público televisivo no quiere anuncios, ese es un hecho demostrado. Es por ello que la audiencia de TVE, desde que se decidió a dar el paso de suprimirlos, ha alcanzado sus mayores índices.

El problema viene después, ¿pueden sobrevivir los canales televisivos privados sin el apoyo de la publicidad?, ¿resulta rentable el incremento de la audiencia a costa de perder los ingresos publicitarios?. Por el momento parece que no. Resulta difícil pensar que una cadena privada emita continuamente sin verse interrumpida por anuncios. Los descensos de audiencia de las emisiones privadas, se presentan insuficientes para que algún canal se decida a dar el paso.

Pero situémonos en ese contexto, imaginemos a Telecinco sin su "solo durante la publicidad", o a Antena 3 sin recordarnos que vuelven después de 3 anuncios, ¿cuál sería la salida para las agencias publicitarias?. En Internet parecen estar las respuestas. Un mundo ya no tan nuevo que acabará siendo la referencia, también, en lo que nos ocupa.